De su raíz latina CAESAR nacieron las palabras KAISER o ZAR, que han perpetuado el término muchos siglos después de que el primer hombre que lo llevara desapareciera. Y a su muerte, todos los emperadores de Roma lo utilizaron como nombre propio.
Como político diseñó el Imperio Romano, como soldado es el más grande general de la Historia, como escritor es el más grande en lengua latina, como jurista promulgó leyes que son el pilar del derecho Romano, como astrónomo reformó el calendario dejándonos el nuestro actual de 12 meses y 365 días. Fue él quien al romanizar el oeste de Europa puso los cimientos de nuestra Cultura Occidental… César es el triunfo de la inteligencia, pero por encima de todo, César fue grande y él mismo supo que lo era. A pesar de ello nunca se colocó conscientemente por encima de ningún otro: Dejó que la Historia hablara por sí misma.
Se dedicó a ascender peldaño a peldaño los escalones del Cursus Honorum romano, granjeándose el afecto del pueblo y el odio de la mayor parte de la aristocracia y convirtiéndose en el abogado azote de los políticos corruptos al llevar a juicio a aristócratas considerados hasta entonces «intocables». Su apoyo a las demandas del pueblo le convirtió en el enemigo de toda la nobleza corrompida y reaccionaria que ocupaba el Senado.
El 15 de marzo César es asesinado en la curia Pompeya del Senado. A los pies de la estatua de Pompeyo cae bajo 23 puñaladas. De ellas, tan sólo una era mortal de necesidad.